Por: Agata Foksa Biegaj
El 30 de abril de 2025 fue un momento histórico para los defensores de los ríos, los defensores del medio ambiente y los ciudadanos de toda Polonia. Era el último día para presentar las firmas recogidas como parte de una iniciativa legislativa ciudadana, una herramienta constitucional que permite a al menos 100 000 ciudadanos proponer nuevas leyes. En esta ocasión, el proyecto de ley tenía por objeto reconocer al río Odra como entidad jurídica, un ser con derecho a existir, prosperar y regenerarse.
Aunque no alcanzamos el requisito formal, con 92 998 firmas válidas recogidas, la campaña ya ha hecho historia. Gracias al amplio apoyo público y a una participación sin precedentes de todos los partidos, el proyecto de ley ha sido presentado oficialmente al Parlamento polaco (Sejm) por un grupo de 41 diputados que representan todo el espectro político. El río Odra, que sigue luchando por sobrevivir tras el desastre ecológico de 2022, ahora tiene una voz, alta y clara, en el corazón mismo de la democracia polaca.
Un movimiento popular por un río vivo
El Comité «Odra Limpia», creado oficialmente por el mariscal del Sejm el 31 de enero de 2025, se convirtió rápidamente en uno de los movimientos ecologistas más visibles de la historia reciente de Polonia. En solo tres meses:
- 1460 personas descargaron la autorización oficial para recoger firmas.
- Se establecieron 147 puntos de recogida en librerías, cafeterías, ONG y universidades.
- Se recogieron firmas en más de 230 actos públicos.
- 250 científicos firmaron una carta abierta en apoyo al proyecto de ley.
- 52 universidades públicas y 5 privadas respaldaron la iniciativa.
- La campaña generó más de 300 menciones en los medios de comunicación, desde Fakty TVN y Teleekspres hasta Wyborcza, Oko.press y Radio Nowy Świat.
Esto fue más que una simple recogida de firmas. Fue un despertar a nivel nacional, un reconocimiento de que nuestros ríos no son infraestructuras, sino ecosistemas vivos con un valor intrínseco.

Fuente: Autor

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De la tragedia a la transformación
La catástrofe del Odra de 2022, la mayor catástrofe ecológica de Europa en décadas, se cobró la vida de unas 1650 toneladas de vida acuática, entre ellas 65 millones de mejillones, 147 millones de caracoles y hasta 122 millones de peces. No fue un acto de la naturaleza. Fue un fracaso político: una combinación de negligencia industrial, falta de responsabilidad y lagunas normativas que siguen existiendo hoy en día.
Los vertidos de sal, uno de los principales culpables de la catástrofe, siguen siendo autorizados por la ley. De hecho, aumentaron más de un 8 % en 2023. Las multas impuestas a PGW Wody Polskie (Aguas Polacas) ascendieron a 31,8 millones de zlotys, pero posteriormente fueron anuladas debido a la confusión institucional y a un modelo de gobernanza fragmentado que divide la supervisión de los ríos entre el Ministerio de Infraestructuras y otros organismos.
Mientras tanto, las aguas superficiales en buen estado ecológico han pasado del 31 % al 8,5 % en solo seis años.
En este contexto, reconocer la personalidad jurídica del Odra no es solo simbólico. Es sistémico.
Un nuevo modelo de gobernanza: el Comité del Río Odra
- 1 representante del Ministerio de Medio Ambiente,
- 2 de la empresa estatal State Water Holding – Polish Waters,
- 3 de los gobiernos locales,
- 3 en representación de los usuarios más importantes del río (por ejemplo, turismo, agricultura, comunidades locales),
- 6 de ONG medioambientales y del grupo que impulsó la iniciativa original.
El comité contará con el apoyo de un comité científico del Odra, compuesto por 10 expertos en campos como la biología, la hidrología, el derecho y las ciencias ambientales. Esta estructura garantiza que tanto la integridad ecológica como las voces de la comunidad se tengan en cuenta en la toma de decisiones, sentando un precedente no solo para Polonia, sino para toda Europa.
Reconocimiento internacional
El movimiento ya ha obtenido reconocimiento internacional. Representantes de la campaña han sido invitados a hablar en nombre del Odra en las Naciones Unidas en Nueva York y en la Asamblea Nacional de Francia. El reconocimiento de los derechos de los ríos ya no es algo marginal. Desde el río Whanganui en Nueva Zelanda hasta el río Atrato en Colombia, pasando por iniciativas en Canadá, Ecuador y Estados Unidos, se está produciendo una transformación jurídica a nivel mundial que reconoce que los ecosistemas saludables no son recursos, sino parientes.

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¿Qué va a pasar ahora?
Con el apoyo de 41 diputados, el proyecto de ley ha entrado en el proceso parlamentario oficial. En los próximos meses se llevará a cabo la primera lectura en el Sejm, donde se presentará y debatirá el proyecto de ley, la revisión en comisión, durante la cual se podrán considerar cambios y opiniones de expertos, la segunda y última lectura, y finalmente la votación. Si se aprueba, el proyecto de ley pasará al Senado y, finalmente, al presidente para su aprobación. Si el presidente veta el proyecto de ley, el Sejm puede anular la decisión con una mayoría de tres quintos.
Los miembros de la Fundación Odra Personhood y otros expertos en medio ambiente participarán activamente en el proceso legislativo, garantizando que el espíritu de la iniciativa —arraigada en la comunidad, con base científica y sólida desde el punto de vista jurídico— se mantenga intacto.
El proyecto de ley se encuentra ahora en fase de examen oficial. Se han iniciado las consultas públicas y se están dando los primeros pasos del proceso legislativo. Ya no se trata de una visión lejana. Está sucediendo. Y aunque el camino por recorrer es largo, la dirección es clara: hacia un sistema jurídico y político que trate a los ríos no como propiedades, sino como entidades vivas.

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Un momento decisivo
La campaña del río Odra no se limita a un solo río. Se trata de transformar nuestra relación jurídica, cultural y emocional con el mundo natural. Ante el colapso climático, la extinción masiva y el estancamiento político, los derechos legales de la naturaleza ofrecen una alternativa radical pero fundamentada, basada en el cuidado, la ciencia y la justicia.
Estuvimos a punto de alcanzar las 100 000 firmas, pero al final logramos algo aún más poderoso: creamos un movimiento demasiado fuerte como para ignorarlo. El río está hablando y el Parlamento polaco está escuchando, con cautela, con atención y, esperamos, con la voluntad de dar este paso histórico.
Sobre Agata Foksa Biegaj
Agata Foksa-Biegaj es una abogada especializada en derecho internacional y derechos humanos, con experiencia trabajando para el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, Global Rights Compliance y WWF Japón. Apasionada por conectar el derecho, la protección ambiental y la justicia social, también explora la intersección entre la espiritualidad, la astrología y el empoderamiento humano. A través de su fundación “Better”, Agata integra su experiencia legal con un enfoque visionario para inspirar un cambio significativo.
Contacto: afbiegaj@gmail.com; kontakt@osobaodra.pl